miércoles, 5 de septiembre de 2007

" El Betis de mis tiempos corria como un demonio, luchaba igual y de esta manera ganaba los partidos. No había mucha clase, es cierto, pero quedaba paliada con la entrega. El Betis de entonces era todo un ejemplo de pundonor y entrega"

Francisco González Rodríguez, Paquirri, nació en la Alameda de Hercules seis años y un dia despues que el Real Betis Balompie, un 13 de Septiembre de 1913. Ese guarismo, innobrable en sus labios, pero grabado a fuego en su corazon una vez por cada una de las barra del escudo del Club de sus amores, iba a marcar no sólo su vida, también la de tres generaciones de béticos que llegan hasta nuestros dias y que aprendieron de él, mucho antes de que Rafa Serna lo plasmara en la letra de su Himno del Centenario, que el Betis es más que un sentimiento, que un escudo o una bandera.

Conoció a la perfección el cante de la Niña de los Peines y la media verónica de Belmonte. Gustaba de estar rodeado de amigos, fue uno de los mejores delanteros que ha tenido el Real Betis Balompié en sus cien años de historia.

Entró a formar parte de la plantilla verdiblanca en el año 1932, estando diez años justos en el club heliopolitano, ya que en el 1942, por 90.000 pesetas, el Betis lo traspasó al Deportivo de la Coruña. Esta cantidad era muy elevada para aquel entonces, llevandose Paquirri el veinticinco por ciento del importe del traspaso, lo cual no estaba nada mal.

En Coruña, Paquirri cobraba un sueldo de mil pesetas mensuales y quince mil anuales. Era una buena cifra. Del Deportivo de la Coruña pasó al Cadiz C.F. y de hay al Olhanense de Portugal, para luego regresar al Real Betis Balompié y tomar la decisión de colgar las botas con 38 años.

Paquirri, el compañero de Caballero, el intimo amigo de los sevillistas Campanal, Lopez y Araujo. Pionero de la trashumancia futbolística, el de la Alameda, amante del flamenco, del arte en cualquiera de sus expresiones, fue jugador del Real Betis Balompié durante diez años de su vida, " de un Betis que fue mucho Betis".